Charla del Padre Don Ángel García-Rayo Luengo en la Parroquia del Santísimo Corpus Christi de Sevilla, el 8 de febrero de 2019. | Tito era un gentil que se había convertido al cristianismo; fue uno de los compañeros de Pablo en su trabajo misionero. Pablo lo había dejado en la isla de Creta para que organizara y dirigiera las iglesias allí. En la epístola a Tito, el apóstol habla acerca de los deberes y la manera de actuar de los dirigentes de las iglesias; habla también acerca de las responsabilidades del mismo Tito en sus relaciones los grupos de personas de las iglesias. El apóstol recomienda que use su autoridad para bien del pueblo de Dios y que su manera de actuar sea tan recta que sirva de ejemplo para todos. Dice que la vida cristiana es posible por la bondad y el amor de Dios, que »nos salvó no por obras de justicia que nosotros hubiésemos hecho sino por su misericordia»