Después de la intensidad de gracia, actividad y encuentros del viernes del Sagrado Corazón de Jesús, el Inmaculado Corazón de María, como buena Madre, nos tenía reservados momentos entrañables y llenos de su ternura y amor para cerrar con broche de oro la Visita pastoral de nuestro obispo, Don Ramón Valdivia, al cual hemos literalmente “exprimido” y que nos ha acercado constantemente al corazón de nuestra madre la Iglesia transmitiéndonos con su presencia, su cercanía cordial y sencilla, su enseñanza, ternura y preocupación real por cada.
La mañana comenzó a las 11 con una entrañable y preciosa misa en la que se administró el sacramento de la Unción de los enfermos. Sacramento que fortalece y sana, en el cuerpo y en el alma, a aquellos que son tocados por la enfermedad. En el evangelio Jesús muestra una especialísima predilección por los enfermos y así vimos con que dedicación, ternura y verdadero amor nuestro obispo se dedicó a cada uno de nuestros enfermos.
A continuación compartimos en los salones parroquiales una agradable comida fraterna en la que reinaba la alegría y la fraternidad entre personas de muy diversas edades, grupos parroquiales y situaciones personales. Nuestro párroco trajo una enorme paella que compartimos, no nos faltó de nada.
A las 18:00 fue el momento del encuentro con uno de los grupos fuertes de jóvenes en la parroquia, Bartimeo. Este grupo, de la familia de Emaús, está dirigido a jóvenes de entre 16 y 18 años. Se reúnen los domingos por la tarde para tener un rato de adoración ante el Santísimo, la misa de 7 y después compartir juntos un tercer tiempo. En esta ocasión, primero tuvieron un buen rato de adoración, donde nuestro obispo se colocó en un banco como uno más entre los jóvenes. Después se reunieron en el salón parroquial y pudieron compartir experiencias, dudas, oración y también la alegría de que les da la vivencia de la fe. El obispo respondió a todas sus preguntas compartiendo con ellos desde su proceso vocacional hasta su admiración por como estaba obrando el Señor en la juventud a través de grupos como este. Nuestros jóvenes no daban crédito de la cercanía de su pastor y de la claridad con que les hablaba iluminando sus mentes y haciéndoles arder el corazón. Fue un encuentro maravilloso, lleno de la Presencia del Señor y de la alegría de haberlo encontrado.
El día, y la visita pastoral, termino con una preciosísima celebración Eucarística con las Comunidades Neocatecumenales. Las Comunidades llevan en nuestra parroquia más de 40 años y actualmente están formados por 6 comunidades que se reúnen periódicamente para la formación, la celebración de la palabra, la oración y la celebración de la Eucaristía, todos los sábados por la tarde-noche. Fue un encuentro lleno de unción, de oración, de compartir en el Señor, al estilo de los primeros cristianos junto a nuestros pastores.
Al termino de esta intensa Visita Pastoral sólo podemos dar Gracias a la Iglesia, y a Dios Nuestro Señor, en la persona de nuestro Obispo Don Ramón, por el “Huracán” de gracia que con su presencia ha traído a nuestra comunidad parroquial al compartir nuestra vida, nuestras inquietudes, nuestras alegrías y nuestras tristezas en el Señor.
No es precisamente una “casualidad” que iniciáramos la visita la Solemnidad del Corpus Chrsiti y la termináramos de la Mano de los Sagrados Corazones de Jesús de y de María.
¡¡¡ Gloria a Dios !!!