Es un grupo compuesto por madres que han perdió un hijo o una hija. Madres que, con un vacío incrustado en el pecho y conscientes de que no lo volverán a llenar, siguen caminando y buscando un sentido y valor a sus vidas. Madres cristianas que quieren aprender a mirar al cielo para descubrir ahí a sus hijos que se les han adelantado. Madres que al compartir una experiencia común forman una auténtica comunidad de ayuda, de esperanza y de acogida, en el que unas a otras se sostienen y ayudan para encontrar la fuerza y el amor para seguir siempre mirando al cielo con esperanza cristiana.
Es un grupo, propio de nuestra parroquia que ya lleva varios años reuniéndose y haciendo un bien inmenso.
Todo el que se encuentre en una situación similar es bienvenido y acogido en un clima de gran respeto y caridad cristiana, donde sólo los que han pasado por una experiencia similar se entienden de un modo tan especial que llega a ser una verdadera alegría el poder compartir.
Las reuniones serán el tercer martes del mes. Primero vivimos juntas la Eucaristía a las 19 horas donde se nombra y pide por cada hijo y después en los salones parroquiales se tienen las reuniones, conferencias o momentos de compartir la oración.