Queridos todos, feligreses de la Parroquia del Stmo.Corpus Christi.
Hace tan sólo una semana, el viernes pasado, Viernes Santo, la Policía irrumpió en la Catedral de Granada donde estaba el Arzobispo de esta Diócesis con algunos Sacerdotes y fieles, pocos, celebrando los Oficios de la Pasión del Señor, y detuvo la Sagrada Celebración, que tuvo que ser interrumpida bajo penas de multas personales a cada uno de los asistentes. El Arzobispo no pudo terminar los Santos Oficios. Tuvieron que marcharse.
Como sacerdote y pastor y también como cristiano comparto el dolor que tenéis de no poder recibir a nuestro Señor sacramentalmente, de no poder adorarle en su Presencia física resucitada, sacramental; comprendo y me duele en el alma la sed de nuestro Señor, porque esa sed es de Amor.
Pero quiero que sepáis que no tenemos cerrada la Parroquia por miedo, tenemos cerrada la Parroquia por obediencia. Pero también por sentido común. Y esto último no hay que olvidarlo nunca. Tenemos la Parroquia cerrada por obediencia a las directrices que se nos han dado para todas las Parroquias de nuestro Arciprestazgo, y también procurando seguir las indicaciones de las autoridades sanitarias.
Más que tener ahora la Parroquia cerrada me dolería tener que interrumpir la celebración de una Eucaristía o de una Adoración al Santísimo por una acción precipitada que no nos llevaría a nada. Hemos de esperar. Hay que seguir con paciencia y mucho amor a Dios y a los hermanos orando y haciendo lo que buenamente se pueda.
Estoy deseando retomar la vida Parroquial y, sin duda, el Espíritu Santo nos concederá hacerlo con un gozo y una fuerza renovados. Pero ahora hay que seguir con calma, día a día, hasta que la situación se normalice.
En este tiempo el Señor nos hace sentir su sed, y nos hace ver también la sed de los hermanos. Sabiendo que vosotros sois templos vivos, que la gracia dentro de vosotros sea agua para los demás. Vuestra oración, vuestro sacrificio y ofrenda, vuestra alegría, vuestra paz.
Son tiempos duros y hemos de tener la cabeza en su sitio y el corazón en el Señor, como sé que tenéis.
Sabed que oro por todos vosotros; que os presento en la patena de la Santa Misa que celebro a puerta cerrada en otra Parroquia muy cerca de mi casa, y que os encomiendo al cuidado maternal de la Santísima Virgen María en el rezo del Santo Rosario.
Quiero haceros llegar a todos mi cariño y la Bendición del Señor. Él os bendiga siempre a vosotros y vuestras familias, os guarde y os de la Paz. Un abrazo a todos.
Mucho ánimo en el Señor!
D.Ángel García-Rayo Luengo, Administrador Parroquial